María sufrió violencia sexual y fue explotada sexualmente desde los 15 años Abril 2014.
Volví a ver a María después de casi un año. La conecté con la Intendencia para ayudarla a salir y poder empezar a construir su casa. “Estoy más tranquila, ahora me ayuda la Intendencia, en parte estoy más tranquila. Ya entregué currículum en todos lados, trabajé en la naranja y arranqué. Por lo menos plata limpia, porque ya me pudrió... La Intendencia me da una canastita todos los meses pero no me da, a veces no me queda otro remedio que hacerlo. De mí depende toda mi casa y mis hijos. El otro día me desesperé, quería volver a la whiskería en la que trabajé hace años porque no tenía nada, y no sé pero algo me iluminó y ese día no fui, por un lado quería ir por la necesidad que no había nada en casa, por otro lado no quería ir porque no me quería perjudicar todavía más de lo que estoy. Ya no existe solamente esa mierda de trabajo, o sea trabajo es, pero no existe solamente eso. Podes salir adelante... por ellos lucho, por ellos estoy viva. Porque capaz si no tuviera mis hijos no existiría, sinceramente. Porque más de una vez lo he intentado, y ellos son los que me frenan. Por toda la mierda de toda la vida de las cosas que me han pasado, los gurises son el apoyo que uno tiene. Y salir adelante, se sale adelante... sí. Cuesta, no es fácil”.